Crees que hacer lo que te da la gana te hace libre? Mira bien lo que haces con tu vida pues lo que te enferma, lo que te denigra, lo que te empobrece, lo que te arrastra o lo que te aísla no te hace libre, sino prisionero.

Somos ingenuos al creer ciegamente cosas como éstas:

*Todo es relativo. Muchas cosas son relativas, pero muchas no lo son. El agua hierve a 100 grados centígrados, la luna gira alrededor de la Tierra, una mujer que espera un bebé no puede estar ‘medio embarazada’, un asesino no puede ser ‘relativamente asesino’.

*Cada uno tiene derecho a creer lo que sea’ Por supuesto que tenemos derecho a creer cualquier cosa, pero una sola persona no está en la posición para decidir qué es real y que es falso, lo que está bien y lo que hace daño. La ley de la gravedad y la ley de la probabilidad, entre otras leyes físicas, se aplican en todos nosotros sin importar lo que creas. Si lo dudas, salta al vacío desde un 10° piso o juega a la ruleta rusa para comprobarlo.

*Sé tú mismo! ¡Acéptate tal como eres! Claro, siempre y cuando no seas un hijo de p***, o una carga para los demás.

*Escucha a tu corazón!  Es una excelente idea, pero también consulta con tu cerebro si le parece una buena idea lo que te dice tu corazón.

*Tienes derecho a ser libre!  Es absurdo exigir libertad sin saber en qué consiste la libertad.  Ahora creemos que, hacer lo que nos dé la gana es ser libre. Un adicto a la heroína hace lo que le da la gana y es solamente un esclavo del vicio. ¿Le llamas libertad a entrar a una ‘jaula’ por tu propia voluntad? Eres libre de elegir lo que crees, pero hay creencias que te mantendrán en ‘una jaula’. Vivir endeudado no te hace libre. Pintarrajear una ciudad no es libertad, es abusar del resto de los ciudadanos. Una ‘libertad’ que te hace perder la paz o la salud no tiene sentido. Serás más libre si estás bien acompañado que solo.

¡Nunca te rindas! Depende de qué. Si es algo que te está destruyendo, por supuesto que tienes derecho a rendirte a algo así.

*¡Vive el ‘aquí y ahora’! Magnífico, pero evita hacer ‘ahora’ algo que destruya tu ‘después’.

*¡Expresa tus emociones! Por supuesto, siempre y cuando tus palabras no hieran. A las palabras no se las lleva el viento. Cada palabra que digas tendrá consecuencias, construirá o destruirá relaciones.

*Haz valer tus derechos! Claro, pero sin olvidar que vives en sociedad. Puedes hacer valer tus derechos siempre y cuando no pases por encima de los derechos de los demás. Los derechos colectivos están por encima de los derechos personales.

*Lucha por la igualdad! El valor de ‘la igualdad’ dependerá de en qué consista esa igualdad. ¿Qué tiene de sensato ser igualmente ignorantes, mediocres o pobres? ¿Qué sentido tiene renunciar a tu verdadera naturaleza en nombre de una supuesta igualdad? Si renuncias a lo que te complementa, renuncias a tener una vida plena. La lucha por ‘la igualdad’ puede convertirse en algo realmente absurdo. La complementación de dos seres distintos para hacerse la vida más fácil, es un principio natural sensato que ha funcionado durante milenios.

*Ayuda a otros! Tender la mano es causa de grandes satisfacciones, pero evita hacer un inútil a quien te pide ayuda.

*Piensa menos y siente más, fluye con la vida.  Claro que necesitamos despertar la sensibilidad hacia la vida, pero sin renunciar a nuestra naturaleza humana, a nuestra capacidad de razonar.